No subestimes la importancia de este concepto. Le llamamos "Convergencia", al punto donde se encuentran al mismo tiempo, cosas que vienen de diferentes direcciones y coinciden en ti. Hablemos de elementos que Dios provoca que se encuentren en un mismo tiempo y en una misma persona, cuando se trata de la plena manifestación de un llamado sobre alguien, para que tenga abundante fruto, influencia, trascendencia y relevancia. CUANDO DIOS TE LLAMA SUELE HACERLO EN UN TIEMPO, PARA OTRO TIEMPO. Cuando alguien tiene prisa en cumplir su llamado porque efectivamente fue llamado, corre el riesgo de lanzarse al terreno de juego, sin haber entrenado para resistir el trajín del juego y sin conocer todas sus reglas. Llamado, dones, madurez, carácter procesado, muerte del yo, habilidad de operar bajo autoridad, ausencia de independencia ministerial, y disciplinas devocionales como la oración y el estudio de la Biblia, son elementos que el Espíritu irá construyendo en una persona a la cual llama para grandes cosas, y llevar todo eso a un punto de CONVERGENCIA. Dios puede usarte con dones poderosos aún siendo un niño o un adolescente en edad. Pero a esas edades, no existe Convergencia. La convergencia requiere tiempo y voluntad para ceder en forma voluntaria a los procesos del Espíritu Santo en lo profundo del carácter y el corazón. TÚ ERES MÁS IMPORTANTE PARA DIOS QUE TU LLAMADO. Es por eso que Él no tiene prisa en que comiences la tarea de tu llamado. Él orquestará los escenarios de tu vida, y te tomará de la mano en la jornada de caminar contigo hasta el punto de CONVERGENCIA. LO PEOR QUE LE PUEDE PASAR A UN MINISTRO EN CUALQUIER MINISTERIO, ES TENER ÉXITO ANTES DE TIEMPO. Rubén Arroyo...Convergencia.