Se demanda crecer en Fe para hacer lo imposible y se requiere conciencia de identidad para crecer en lo que se es. Un llamado define identidad asociada a una asignación en la que creces, te desarrollas y nunca te acomodas en lo aprendido. Es en el ejercicio de los dones proféticos donde esa demanda no tiene tregua ni descanso. Colocarse el título de Profeta es la parte más fácil y la más común. Tener y mantener conciencia plena de la demandante responsabilidad que implica el ejercicio del don y sus consecuencias, exige caminar en la incesante jornada de aprender y madurar en la administración de tan trascendental llamado. Estos dones transitan en ámbitos de misterios que demandan estar al lado de curtidos y veteranos mentores que han escrito páginas de integridad y sujeción a sanas autoridades reconocidas. Ser certero en un don profético, sólo denuncia la presencia del don pero no garantiza la sana administración de él, ni la conciencia de la formidable responsabilidad que conlleva ejercerlo. Ellas son Marta y Liduys. Son parte del consejo profético de CIDRA Church. Marta es una de las maestras en nuestras Escuelas de Diseños y Protocolos Proféticos y Liduys lo es de nuestras Escuelas de Sanidad e Impartición. Esta vez no van a enseñar. Van a aprender y a recibir Impartición en la Escuela para Entrenadores de lo Profético en Vacaville, California. Kris Valloton de Bethel, Dan MaCollum de Vacaville y Graham Cooke, son algunos de los mentores sobre cuyas enseñanzas e Impartición nuestros Profetas operan. La conciencia absoluta de mantenerse en ruta sobre la inacabable jornada de crecimiento y madurez responsable, es el motor del liderazgo del Centro Apostolico y Profético que es CIDRA Church. ¡ENHORABUENA CIDRIANAS...VAYAN Y TRAIGAN A SU CASA LO IMPARTIDO! CIDRA CHURCH...LUGAR FUERTE...CIUDAD DESEADA.