Dios tiene que amarme mucho para concederme el honor y el privilegio de tenerlos a mi lado, guiando de la mano del Espíritu Santo a este glorioso pueblo Cidriano. Son aún jóvenes. Llenos de pasión e intención. No es común ver tanto talento, compromiso, conciencia de asignación y llamado concentrados en un mismo lugar. Vivo impresionado con ellos. Son exploradores naturales y espontáneos de zonas frescas del Espíritu. Creativos, ingeniosos y emprendedores. Tienen iniciativa propia y operan como una poderosa maquinaria efectiva y bien aceitada. Es común que yo me sienta como simple espectador cuando ellos entran en acción. Son asombrosos en la excelencia de lo que hacen para Dios. Ellos son la Pastoral y el Cuerpo de Ancianos de CIDRA Church. Gloria y yo somos la imagen, ellos son el brazo, y el Espíritu de Dios la fuerza y motor de lo que somos. CIDRA CHURCH...LUGAR FUERTE...CIUDAD DESEADA.