CRIMEN CONTRA EL ESPÍRITU DE DIOS.
El Espíritu Santo no fue enviado simplemente para llenar el vacío que la partida de Jesús dejaría. Fue enviado para entre otras cosas multiplicar exponencialmente el impacto de él en la tierra.
Él sería la sabiduría, el poder, el genio creativo y el motor del crecimiento de la iglesia y la evangelización del mundo.
Pero con el tiempo, aprendimos a hacer iglesia sin necesidad del poder y la revelación del Espíritu Santo. ¿Para qué su revelación si existen los libros de motivación?.
Tenemos ministerios muy organizados y programas capaces de anestesiar la necesidad de la gente y que al final se vayan igual que entraron pero sonriendo como si todo hubiera cambiado.
Nuestros altares poseen extraordinaria iluminación y nuestros equipos electrónicos crean efectos majestuosos provocando que nuestros auditorios luzcan como hermosos centros de entretenimiento, mientras que el Espíritu del Señor espera a ver a quién se le ocurre orar por el enfermo que tiene al lado.
Nuestros mensajes están llenos de frases de oradores de motivación y sabemos cómo arrancar aplausos con una oratoria que sabe de memoria cuándo hacer reír y cuándo hacer llorar.
Aprendimos a usar el arte para adorar con gente que idolatra el arte. Adoradores con talento pero indiferentes a la obra del Señor al cual adoraron después que terminaron su hora de trabajo.
Nos convertimos en famosos predicadores logrando que la gente nos considerara profundos, cargados de revelación con el vocabulario de otro y llenos de la adrenalina desatada por el último libro leído.
Pero al mismo tiempo, no teníamos la menor idea de cómo librar a la gente de sus prisiones espirituales y aflicciones de su cuerpo o de su alma.
Llenamos congresos y creímos que eso nos convertía en exitosos. Tener una mega iglesia era la meta, ya fuera con el Espíritu Santo o sin Él. La ausencia de manifestación de Dios pasa desapercibida si el templo está lleno de gente.
Después de todo...¿Para qué quiero al Espíritu Santo si tengo 4 mil personas cada domingo en la iglesia?.
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