¿DE QUÉ LADO ESTÁS?
Josué y su generación está en un momento histórico crucial. Nada es ni será igual a lo que había presenciado ni en Egipto ni en los 40 años de travesía en el desierto.
El diseño de la vara de Moisés había terminado con su muerte. Nuevo liderazgo, nuevo diseño. La vara de Moisés había sido cambiada por la espada de Josué.
Según lo escuchado junto al Jordán... “a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino (Josué 3:4)”, también implicaba una jornada nunca conocida antes.
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio a un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? Él respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?”
Josué 5:13-14
Lo confuso del tiempo colocaba a Josué como en todo nuevo territorio nos podría colocar a todos...A la defensiva. A veces no se sabe quién está de nuestro lado y quién no. Todo podría ser diferente a lo que aparenta. Nada es predecible.
La pregunta de Josué es comprensible. Lo extraño es la respuesta del guerrero del Ejército divino. Su respuesta implicó...”No estoy de algún lado”. Esa era la respuesta correcta a una pregunta INCORRECTA.
Fue la forma del Príncipe del Ejército de Jehová decirle...”El punto no es de cuál lado estoy, es de cuál lado estás tú”.
“¿QUÉ DICE MI SEÑOR A SU SIERVO?”.
Josué entendió lo único que Dios espera en medio de lo nuevo, confuso e impredecible. “Mi espada está a tu disposición mi Señor...sólo dime...y lo haré”.
Rubén Arroyo...Con el puño en la espada