DESDE EL CORAZÓN ENCUENTRAS LA RAZÓN.
“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y SI NO sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.”
Daniel 3:17-18
“Y si no...”, describe esa extraña zona de misterios que posee los Caminos de Dios que son parte de nuestra jornada de Fe.
Un creyente se mantendrá tropezando constantemente si es gobernado por su necesidad de entender todo lo que Dios hace o permite que suceda en y con su vida.
La razón es el regalo de Dios que nos permite entender y juzgar el mundo natural. Pero es el corazón el asignado a moverse en fe entre la revelación y el misterio. Salomón nos hace la advertencia...
“Confía en Dios con TODO TU CORAZÓN y no te apoyes en tu propia prudencia”.
Cuando se trata del mundo espiritual nuestro corazón es superior a nuestra razón.
Los jóvenes hebreos enfrentaron al narcisista Nabucodonosor con una contundente declaración que testificaba de su fe de que Dios los libraría mientras al mismo tiempo afirmaban que “si no”, de todos modos no se inclinarían a ningún otro dios.
Declararon lo que creían al mismo tiempo que le otorgaban un espacio al misterio si es que no fueran librados de la muerte por el Señor.
No siempre ocurrirá como pidas y no siempre tendrás lo que esperas. Y asimismo, Dios no te separará una sesión de sicoterapia para justificar sus decisiones contigo y satisfacer tu necesidad de entender. Es ahí...donde “confiar con todo tu corazón” debe hacerse cargo de ti.