DESDE UN CORAZÓN PASTORAL
El mayor reto de un pastor con una conciencia absoluta de su llamado, consiste en levantar y edificar una generación de creyentes atraídos hacia lo imposible, comprometidos a seguir lo que no se ve, retados a llegar a ser lo que Dios dice que son, sin tropezar con lo que aún no son ni ven.
A ese reto tendrá que dedicar su vida entera. Porque lo tendrá que hacer desde un mundo lleno de presiones, contradicciones que atentan contra lo que predica y enseña, a la misma vez que tolera y sobrevive, a aquellos cuyo carácter les inclina...
A enfatizar lo que falta por encima de lo que tienen. Hablar sobre "cómo debe ser" en vez de disfrutar "lo que ya es". Criticar sobre lo que nunca aportaron y juzgar desde la oscuridad las debilidades de los que aportan.
Esto es casi una ley...
Siempre critica al que pide aquel que nunca da. Siempre tiene "una idea mejor" de cómo debió hacerse quien nunca hace nada para que algo se haga. Y nunca falta quien adjudicará a "maldiciones y puertas abiertas", pecados secretos y "juicio de Dios"...
A las normales luchas, dolores de parto, dificultades, deudas y necesidades de sacrificios que son cotidianos escenarios en una iglesia, que también tiene un enemigo espiritual desde las tinieblas, uno natural en el sistema hostil del mundo, y uno absolutamente carnal en creyentes que hablan desde la inmadurez o la ausencia de un real encuentro con Dios.
Pero a pesar de todo esto...¡Es inexplicablemente maravilloso ser un Pastor!
Rubén Arroyo...From a Pastor Heart.
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