DESPUÉS QUE EL GALLO CANTA
“Y tú, UNA VEZ VUELTO, confirma a tus hermanos”- Jesús a Pedro.
Jesús no oró para que Pedro no cayera. Oró para garantizar que regresara. No Intercedió para que no mordiera el polvo del fracaso. Tampoco para que el Gallo no cantara. La caída fue necesaria.
Hay lecciones que la Palabra las construye por dentro. Hay aprendizaje por consejo de otro y hay madurez que se alcanza sólo chocando contra la pared de la consecuencia de lo hecho.
SEA LO QUE SEA QUE TE HAYA PASADO Y LLÁMESE CÓMO SE LLAME LO QUE HAYAS VIVIDO, CON JESÚS SIEMPRE HABRÁ ESPERANZA…DESPUÉS QUE EL GALLO CANTA.
Rubén Arroyo…Y aún así, le dieron las Llaves
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