EL CORAJE DE SER QUIEN TÚ ERES
“Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.”
1 Samuel 17:40
Antes de apoyarse en su cayado e inclinarse a recoger las piedras del arroyo, David había tomado la decisión más importante de su vida y la que le posicionaría para encontrarse con su destino.
Se había despojado de los vestidos de Saúl, de su armadura, de su escudo y de su espada. No había podido ni siquiera caminar unos pasos con el vestido de Saúl puesto. La batalla la ganaría con su vestido pastoral, su cayado en una mano y la honda en la otra.
VENCERÍA SIENDO DAVID...NO SIENDO SAÚL.
El de atreverse a ser uno mismo demanda el mayor de todos los corajes. No puedes vivir tu vida intentando ser la copia de otra persona.
Para esto necesitas descubrir primero quién es Dios, porque la idea que tengas de Dios afectará permanentemente la idea que tengas acerca de quién eres tú.
No podrás conocer quién eres si vives esclavo de las expectativas de la gente. Es precisamente eso lo que te grita a ti mismo que estás siendo quien no eres.
Si vives para el aplauso y el aprecio de los hombres, morirás bajo la frustración de nunca poder mantener ese aplauso y ese aprecio todo el tiempo. Si te aprisiona el temor de perder la estima de ellos, será tu auto estima la que pague el final precio.
La gracia de Dios sobre ti te ganará muchos enemigos pero a la misma vez el aprecio de la gente correcta. No necesitas a todo el mundo pero sí a la gente asignada. Esto no implica que los demás no sean gente importante. Por supuesto que lo son, pero para otra asignación que tiene muy poco o nada que ver con la tuya.
Los de Abraham con Abraham y los de Lot con los de Lot. Un campamento no es mejor que el otro. Simplemente son identidades distintas en lugares separados.
Tu tarea es seguir descubriendo quién es Dios para seguir descubriendo quién eres tú. Sabiendo eso, será siempre más fácil identificar a los que son de tu mismo campamento mientras aplaudes distante los logros de los otros campamentos.
No saber esto te llevará...
DE CAMPAMENTO EN CAMPAMENTO.
Rubén Arroyo...Pero para ustedes...Rubén Arroyo
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