EL ESPÍRITU SANTO...CONMIGO...EN MÍ...SOBRE MÍ
Es Dios. Por lo tanto nada puede existir fuera de él. No parte de Él está en todo lugar sino que todo Él está en todo lugar todo el tiempo.
EL ESPÍRITU DE DIOS ESTÁ CON TODOS PORQUE ESTAR EN TODAS PARTES...ES PARTE DE SU NATURALEZA.
De estar conmigo pasa a estar en mí, cuando Jesús se convierte en mi único y exclusivo Salvador. Viene a mí para mi transformación. Comenzaré el indispensable proceso de ir regresando a “su semejanza” y estaré matriculado en el exclusivo curso del conocimiento revelado dirigido por el Supremo Administrador de los misterios de Dios y su poderoso Reino.
DE ESTAR CONMIGO PASA A ESTAR EN MÍ PARA MI PROPIO BENEFICIO Y EDIFICACIÓN. COMIENZA EL CAMINO DE REGRESO A LO ORIGINAL.
Cuando recibo el Bautismo en el Espíritu Santo y fuego, el Espíritu de Dios pasa de estar conmigo y en mí para estar sobre mí. Esta vez soy investido con la llenura total que me empodera para cumplir mi suprema asignación de discípular naciones. Los dones para lograr y la gracia para resistir son su obra.
ESTA VEZ EL ESPÍRITU VIENE SOBRE MÍ PARA BENEFICIO DE OTROS.
Dos riesgos debo evitar a toda costa. Acerca de la sensibilidad del Espíritu Santo la biblia me advierte sobre dos posibilidades. Apagarlo o Entristecerlo.
LO ENTRISTEZCO CUANDO HAGO EL MAL Y LO APAGO CUANDO DEJO DE HACER EL BIEN.
CON...EN...Y SOBRE...LAS MAJESTUOSAS DIMENSIONES DEL SANTO ESPÍRITU DEL SEÑOR
Rubén Arroyo...¡Sea bendecido el Dios de tal gracia!.