EL ÚLTIMO DE LA LISTA
“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, VINO PALABRA DE DIOS A JUAN, hijo de Zacarías, EN EL DESIERTO.”
S. Lucas 3:1-2
Su nombre está mencionado al final del listado. Seminarios costosos, congresos y certificaciones honorarias en medio de ceremonias ha sido la meta del discurso de las mil maneras del “cómo llegar a ser el primero”.
El Espíritu del Señor fue intencional en la pluma del escribiente Lucas. Nombra al Emperador de Roma, luego al gobernador de Judá y después a tetrarcas de diferentes regiones y a los sacerdotes acompañados del título “sumos”.
Los del título primero y el del llamado después. Los de influencia en el mundo de los hombres no son ignorados por el Espíritu Santo. Ahí están sus nombres. Pero una sola frase separa al último del listado de los demás.
“...VINO PALABRA DE DIOS A JUAN...EN EL DESIERTO”.
¡Qué manera magistral de ser el primero siendo el último de la lista!.
La voz del Señor no visitó ni al emperador ni al tetrarca. Irónicamente tampoco a los sacerdotes. La voz pasó por alto el título y el nombre, el aplauso y las alfombras rojas. Las luces y el escenario.
Dios eligió el desierto para hablar. Y el que estaba en el desierto fue quien la escuchó. Fue personal, íntimo, exclusivo y trascendental.
No hubo prensa, ni entrevistas. Tampoco homenajes o reconocimientos. Y en medio de sus prisiones, fue Jesús quien pronunció el homenaje más extraordinario acerca del último de la lista.
“...DE LOS NACIDOS DE MUJER...NINGUNO TAN GRANDE COMO JUAN”.
Es difícil escuchar a Dios en medio de aplausos, reconocimientos y homenajes. Ese podría ser el resultado de haberlo escuchado antes.
La voz no llegó desde el título, el nombre o la función. La voz del Espíritu Santo se dejó escuchar en el desierto. Eso...No ha cambiado. Es un diseño del reino. No te sorprendas cuando te llame...
SIENDO EL ÚLTIMO DE LA LISTA...Y EN MEDIO DE LA NADA.
Rubén Arroyo...La escuché, donde no la esperé.