EN ESTADOS UNIDOS...MATAR NEGROS NO ES LO MISMO QUE MATAR NEGROS
No es difícil para una Nación con extraordinarios recursos ocultar sus males tras la grandeza de sus logros. Especialmente cuando sus omnipresentes medios de comunicación se convierten en la herramienta que manipula los paradigmas que terminan gobernando su cultura y proyectando su imagen.
En marzo de 1959, se presentó al mundo la primera muñeca Barbie. De cabello rojizo, blanca y perfectamente delgada, en la psiquis de la mujer, de los modistas de la industria del entretenimiento no tardó en crearse el “modelo perfecto” de lo que debe ser la belleza física de la mujer.
Los desórdenes del comer como la anorexia y la bulimia, son problemas estadísticamente hablando, de los países del primer mundo. Esas cosas no son problemas en África, Tailandia o Vietnam.
Barbie se convirtió en la vara de medir en los concursos de belleza y selección de actrices y modelos. Apenas en los últimos años, en ánimos de ilustrar universalidad, algunas libras de más y el color diferente al blanco, tiene alguna que otra portada de revista y oportunidad de exposición.
Cuando usted descubre que un vídeo porno casero de Kim Kardashian inicia una empresa que es hoy multi millonaria, sólo tendrá una idea superficial de cómo los medios de comunicación convierten la oscuridad en luz y viceversa.
ESO IMPLICA LA TENEBROSA HABILIDAD DE HACER QUE LA VERDAD PAREZCA MENTIRA Y LA MENTIRA VERDAD.
Hoy la gran nación americana con todos sus recursos y poder muestra también la perversidad que puede esconder su innegable grandeza. Siempre supe que un periodista puede cuando quiera, cruzar la frontera de la narración de un hecho a la interpretación subjetiva del mismo.
Pero cuando poderosas instituciones periodísticas se convierten sin disimulos en prensa amarillista, subjetiva e intencionalmente selectiva, el alma y la esencia de una nación corre el riesgo de fragmentarse al punto de que el rumbo de su destino sea alterado.