NADIE LO HABÍA HECHO ANTES...TODOS LO HARÍAN DESPUÉS
“porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.”
S. Mateo 9:21
Jesús no lo había predicado nunca y no hay registro de que los discípulos lo habían escuchado. Pero ella estaba desesperada. El dinero se había terminado con el último médico que lo había intentado.
12 años con flujo de sangre no son muchos sino demasiados. 12 años considerada inmunda eran 12 años viviendo rechazada.
De alguien escuché que la mujer del flujo de sangre violaría con el intento unas 11 leyes judías. Podría ser apedreada con el experimento.
Se las jugó todas. La multitud iba tras él y ella tras el borde de su manto. Y al hacerlo...
EL SINTIÓ QUE ALGO SALIÓ Y ELLA SINTIÓ QUE ALGO ENTRÓ
Porque cuando vas tras Jesús no se trata de cuánto tocas sino de la fe que te mueve a tocar de él lo que tocas.
Atreverse a hacer lo que nadie había hecho con sólo un puñado de fe desesperada no provocó pedradas ese día, sino algo mucho más grande y trascendente. Mira esto...
“y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y TODOS los que lo tocaron, quedaron sanos.”
S. Mateo 14:36
UN SÓLO EVENTO DESATÓ UN MOVIMIENTO.
Y todo, porque una mujer decidió hacer lo que nadie había hecho, sin importarle un bledo lo que nadie opinaría de eso.
Rubén Arroyo...Desde el borde.