NO TIENES LICENCIA PARA CAMBIAR LO ASIGNADO.
José tenía de Dios el don para soñar proféticamente. Pero el don desapareció al llegar a Egipto y apareció el don de interpretar sueños. Ambos dones estaban asignados a temporadas diferentes.
He visto creyentes permanecer en la zona del don que conocen y dominan sin jamás sentirse atraídos hacia la exploración de otros componentes de su asignación que no descubrirán, si permanecen en la zona segura de su don.
Inclusive, en ocasiones son absolutamente indiferentes a cualquier otra cosa que Dios estuviera haciendo, aún delante de sus narices.
Esos creyentes, decidieron limitar la asignación de Dios en sus vidas. Ellos operan de la siguiente manera....
"Señor, de lo que a tí te gusta sólo haré lo que a mí me gusta".
Eso es tener una "relación profesional" con el Señor, y no necesariamente una "relación personal".
Cuando tu servicio a Dios sale desde una relación personal con Él, haces lo que tienes que hacer y no te quieres perder lo que otros están haciendo también. Dios es tu epicentro antes de tu tarea, durante tu tarea y después de ella.
La frase que más sospecha levanta dentro de mí acerca de la revelación de servicio y asignación que pueda tener esa persona es..."yo vengo a hacer mi trabajo y ya".
HACER EL TRABAJO ES TAREA DE UN SIERVO, PERO COMPLACER...ES LA ALEGRÍA DE UN AMIGO
Rubén Arroyo…”Os llamaré amigos”
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