SECRETOS DE INTIMIDAD #1
“Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.”
S. Juan 15:15
No soy hombre de horas extensas sino de episodios intensos. Hablo de mi vida de oración. Cuando hice la determinación de que la oración como parte de mi relación con el Señor no fuera un ritual religioso o una letanía de peticiones, me mantuve alerta acerca de mis actitudes en la Presencia de Dios.
ME VOLVÍ MÁS INTENCIONAL
En ocasiones, mi ánimo y pensamientos parecían tener su propia agenda y no querían acompañarme a pasar tiempo con Dios. Decidí que entraría de todos modos al “lugar secreto” y guardaría silencio en la Presencia. Y le di intención a mi silencio.
Yo sabía que Dios sabía que estaba delante de él. También sabía que sabía que mi intención era estar en su Presencia aunque parte de mí no estuviera conmigo. Entonces oraba algo así...
“No sé que decir Altísimo. Estoy disperso en mi mente y mis emociones están en muchos lugares y en ningún lugar al mismo tiempo. Parte de mí cree que pierdo el tiempo y parte de mí sólo quiere estar aquí contigo. Es por eso que estoy delante de ti eligiendo estar contigo y en tu Presencia, porque sólo estar delante de ti hablará mucho más que lo que te pueda decir”.
DESDE ESE MOMENTO EN MI RELACIÓN CON DIOS...EL SILENCIO ES PARTE DE
MI ORACIÓN. Y SOY ESCUCHADO.
Rubén Arroyo...Secreto de Intimidad
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