UNO...PERO CONFORME AL SUYO.
Son incontables las consecuencias que resultan del tener una consistente intimidad con Dios. Pero elegiré una que en lo personal me afecta profundamente.
Suelo presentarme delante de Dios iniciando una adoración que nace del saber que se trata de Él más que de mí. Pero años atrás, solía presentar delante de Él lo que yo creía que a Él le gustaría que presentara.
Este era mi inicial concepto...
A DIOS LE DEBE GUSTAR QUE A MÍ ME GUSTE LO QUE A ÉL LE GUSTARÍA QUE ME GUSTARA.
En español. Para Él no debe ser importante lo que me guste, a menos que lo que me guste, no se parezca a lo que a Él le gusta.
¡ESTABA EQUIVOCADO!
Al Señor le gusta que le comparta lo que yo quiero, aunque lo que yo quiera no se parezca a lo que Él quiere. Porque...
EN SU PRESENCIA...ESTO OCURRIRÁ.
En la medida en que nuestra relación va creciendo en intimidad, un milagro irá ocurriendo en nuestro corazón. Los deseos del corazón del Señor irán moldeando los del nuestro.
VERÁS LO QUE DIOS VE. LO VERÁS COMO DIOS LO VE. SABRÁS POR QUÉ, Y PARA QUÉ LO VE. Y ENTONCES ANHELARÁS LO QUE DIOS ANHELA.
Ya no porque quieres que te guste lo que a Él le gusta, sino porque ya te gusta lo que a Él le gusta. ¿Sabes lo que es un corazón conforme al de Dios?.
UN CORAZÓN QUE DESEA DE TODO CORAZÓN...LO MISMO QUE EL DE DIOS DESEA.
Rubén Arroyo....Desde Su Corazón, para el tuyo.