¡SEÑOR!...¿POR QUÉ TE ESCONDES?
“¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?”
Jeremías 23:23
Es Dios cuando se manifiesta y sigue siendo Dios cuando se esconde. Usted llegó a la reunión de adoración y parecía como si Dios lo estuviera esperando. Tan pronto entró supo que una medida de Presencia estaba allí.
Fue muy fácil conectarse a la adoración y sintió cómo fluía su relación con el Espíritu provocando lagrimeo y total reverencia concentrada. Una semana después se sintió desconcertado en el mismo culto.
Casi todo el mundo parecía sentir lo que usted sintió la semana anterior...¡menos usted!. Dios esta vez parecía distante mientras usted intentaba concentrarse, pero no podía.
Esta vez Dios parecía eludirlo. Aunque está en todas partes parecía lejos de usted. No podía concentrarse para orar y se distraía fácilmente cuando llegó deseando adorar.
Hay momentos en que Dios se distancia de nuestras emociones para probar nuestra fe. Se manifiesta para bendecirnos pero se esconde para formarnos y construirnos.
Él desea que lo encontremos pero se esconde de nuestras emociones para que lo busquemos. Desea darse a conocer pero se esconde para despertarme el hambre por conocerlo.
Buscarle porque está sintiendo a Dios no es lo mismo que buscarle porque no lo siente. Lo primero sólo requiere mi respuesta pero lo segundo coloca una demanda sobre mi fe.
MANIFIESTO Y ESCONDIDO...UN MISMO DIOS CON DOS PROPÓSITOS CONMIGO. BENDECIRME...Y CONSTRUIRME.
Rubén Arroyo...Esta vez...¿Donde te me escondiste?
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