“OÍSTEIS QUE FUE DICHO...”
Era común en Jesús comenzar con esta frase para luego añadir “...más yo os digo”. Sobre todo en el sermón del monte en Mateo.
Era su manera de vaciar para llenar. Quitar para sustituir, derribar para edificar y poner a la gente a desaprender para aprender.
Cuando de ser creyente se trata, lo que ya sabemos puede ser el enemigo más peligroso de lo que nos falta saber.
Usted se puede estar perdiendo lo que el Señor está diciendo por quedarse dando vueltas alrededor de lo que ya dijo. No digo que lo que dijo ya no sirve. Intento decirle que podría haberse quedado donde el Espíritu estuvo, sin darse cuenta de que ya se movió de donde estaba.
¿No recuerda aquella interesante frase de que “...el viento sopla de donde quiere?”, fue una afirmación con una advertencia...”mantente alerta e identifica por dónde sopla el viento, así podrás cambiar de dirección cuando él cambie la suya”.
Una iglesia podría estar “embalsamando cultos” asegurando que aún tiene vida. Porque...¿qué es embalsamar?.
Es el arte de dar apariencia de vida a lo que no tiene ninguna.
Eso de “renovaos en el espíritu de vuestra mente” no es simplemente sustituir un pensamiento negativo por uno optimista. Es la sustitución de todo un esquema de paradigmas que me mantenga en la relevancia del “Aquí y Ahora” de la agenda de Dios.
El Señor está haciendo algo nuevo. El viento está cambiando de dirección. Si no cambio la mía cuando él cambia la suya...
ESTARÉ INTENTANDO DESESPERADAMENTE DE DAR APARIENCIA DE VIDA...A LO QUE NO TIENE NINGUNA.
Rubén Arroyo...Desde otra dirección
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