Son asombrosos...créanme. Luis fue el primero en llegar a CIDRA hace más de una década. Soñaba con tener a su esposa Yanira y a sus amadas hijas junto a él que se encontraban en El Salvador. Fue en ese contexto en que me encontré con la fe en acción de Luis cuando señalando 4 sillas vacías en la iglesia me decía...
“ESAS 4 SILLAS...SON LAS DE MI FAMILIA”
Su declaración probó ser un milagro en proceso. Su familia terminó ocupando las sillas. Rápidamente se convirtieron primero en una unidad familiar y luego en una unidad militar de 5 soldados disfrazados de familia.
Los Zelaya convierten sus vacaciones familiares en misiones especiales. Se divierten en un minuto y en el otro están orando por un enfermo. Me envía un chiste por texto en un momento y en el otro una foto evangelizando en un local comercial.
Jennifer en la cámara, su hermana gemela Katherine en el micrófono cantando, Luis liberando una certera palabra de ciencia a un perfecto desconocido y su esposa y la más chica de los Zelaya, de cómplices rodeando la cosa como el escenario normal de una familia no tan normal.
Amo a los Zelaya. Sus niñas han crecido bajo nuestro brazo. Sus ministerios operan en una pocas veces vista especie de unción familiar donde ellos aprovechan cualquier escenario de excusa para evangelizar, ministrar...¡Y a la vez divertirse y pasarla bien!.
Usted verá a Luis con uniforme de soldado del Army of the Lord, o vestido del payaso Cidrín alegrando a niños, o dirigiendo una oración para comenzar labores con su equipo en su trabajo, o yendo de turismo con ojo de evangelista con su familia, o ayudando en el ministerio de jóvenes y acompañándolos en sus aventuras de “Treasure Hunt” en las calles.
De algo no tenga usted duda...
ES CASI IMPOSIBLE QUE ESTA FAMILIA NO DEJE SENTIR LO QUE CREEN NO IMPORTA DONDE ESTÉN NI TAMPOCO A DONDE SE DIRIJAN.
Mi orgullo personal es que son Cidrianos de la cabeza a los pies. El amor a Dios, su pasión por la obra del Señor y la osadía que tienen en las calles para demostrar con poder lo que son y contienen, es absolutamente asombroso.
Así como los ve en la foto...los verá la mayor parte del tiempo. Para los zelaya...Dios será celebrado...donde quiera que vayan.
Rubén Arroyo...¡Cuidado diablo...por ahí van los Zelaya!.
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