¿Y AHORA HACIA DÓNDE ESPÍRITU SANTO?
“El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.
S. Juan 3:8
En este verso la palabra “viento”, (neuma) en su original significa tanto viento como “espíritu”. El viento no es estático sino que está en constante movimiento. Y esto también es verdad tocante al Espíritu Santo.
Dios está en constante movimiento. Pero el movimiento de Dios no es como nuestro movimiento. Cuando yo me muevo, dejo de estar en el lugar donde estaba. Cuando Dios se mueve nunca deja de estar donde estuvo.
Su naturaleza omnipresente posee ese atributo. Acerca del viento, no es importante de dónde viene ni a dónde va, sino disfrutar el “aquí y ahora” del lugar donde está soplando. No puedo disfrutar el viento “que estuvo” porque el viento ya no está ahí.
No puedo disfrutar del “dónde estará” porque aún no está allí. El llamado es disfrutar el “dónde está” para disfrutar el “ahora” de su soplar.
Parte del Cuerpo de Cristo se encuentra donde el “viento” estuvo. Así que viven contando lo que el viento hizo alguna vez, y permanecen en el mismo lugar donde el viento sopló resistiéndose a creer...
¡QUE EL VIENTO CAMBIÓ DE DIRECCIÓN!.
Por lo tanto, rechazan y critican a los que están en el lugar del “ahora” donde el viento está soplando porque se resisten a la idea de que el viento sople desde otra dirección que no sea desde el lugar donde están.
Cambiar de dirección es una cualidad de los moveres del Espíritu Santo. Y los que son guiados por Él, cambiarán de dirección cuando el soplar del Espíritu cambie de dirección, porque el compromiso de los que le siguen, nunca será...
CON EL LUGAR DESDE ALGUNA VEZ SOPLÓ...SINO CON EL LUGAR DESDE DONDE ESTÁ SOPLANDO.
Rubén Arroyo...En el Aquí y Ahora de Dios
Comments