Ella no es de otra manera. Dios le puso los cables así y para eso la diseñó. El motor de la Jenny tiene una sola velocidad...¡Alta!. Y sus baterías son del otro mundo. Si pudieran ver su cerebro en 3D por dentro, y ver cómo Jenny ve las cosas, para qué las ve, y desde dónde las ve, de seguro notará que en su cerebro ella lo ve todo con formas, color, movimiento y sonidos diferentes a usted y a mi. De seguro el cielo es rosado y el Monte Everest es plano lleno de ríos y jardines de mil colores. Las vacas cantan y las piedras le hacen coro. Los niños cargan elefantes y los viejitos nunca son viejitos. Póngala de ujier y la mata de nostalgia. Regístrela en el ministerio de mujeres y sufrirá un desmayo. Invítela a dirigir Media y sus ojos darán vueltas como esquizofrénica paranoica. En una iglesia tradicional, Jenny se desangraría gota a gota no importa dónde la ponga. Ella es una Profeta del arte. No le pida que sea otra cosa. Dios la hizo así. Y yo sé...que sé...que sé. QUE CADA VEZ QUE JENNY SE DESPIDE DEL SUELO PARA VOLAR OTRA VEZ... DIOS SONRÍE CON DELEITE...Y YO TAMBIÉN. Rubén Arroyo...¡Jenny!...¿Otra vez?.
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