“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.” S.Juan 14:12 Pocos versos en el Nuevo Testamento son tan provocadores como este. La promesa que contiene sólo me deja dos opciones. O me invita...o me intimida. CIDRA Church eligió la primera. El poder manifiesto de Dios es la frontera a explorar y provocar. El reto es inevitable. No puedo esperar más del Señor al mismo tiempo que evito su invitación a ir tras lo imposible. No puedo sustituir sus obras por mis buenas obras. Porque sus obras son equivalentes a su poder y las mías limitadas por el mío. Abandonar la zona de seguridad de lo que puedo, significa provocar lo que Él puede. Y es precisamente a lo que Él puede a lo que me invita a participar. Nada puede ser más gratificante como participar de sus obras. No como un espectador, sino como protagonista de ellas. Rubén Arroyo...Aceptando la invitación.