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NECESITÉ EL DE AFUERA...PARA CONFRONTAR AL DE ADENTRO


NECESITÉ EL DE AFUERA...PARA CONFRONTAR AL DE ADENTRO


“...y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús...Y ellos salieron de la presencia del concilio, GOZOSOS DE HABER SIDO TENIDOS POR DIGNOS DE PADECER AFRENTA POR CAUSA DEL NOMBRE.”

‭‭Hechos‬ ‭5:40-41‬ ‭


O son masoquistas o están llenos del Espíritu Santo.


Acaban de ser azotados y amenazados pero ellos celebran como si les hubieran aumentado el sueldo, cerrado el contrato millonario, o sus nombres parpadearan en letreros luminosos mientras caminan por la alfombra roja.


No están agradecidos por ser aplaudidos sino por haber sufrido. No celebran por haber sido reconocidos con medallas de honor, sino por haber sido amenazados por predicar el nombre de Jesús con pasión.


EL ESPÍRITU SANTO LES OTORGA PODER PARA HACER PORTENTOS Y TAMBIÉN PARA CONVERTIR EN GOZO EL SUFRIMIENTO.


Y todo sin que disminuya la fuerza y determinación de continuar con su misión. Los azotados y amenazados volverán a predicar igual...¡Y en el mismo lugar donde los arrestaron!.


Este pasaje lo he leído decenas de veces. Esta vez me quebrantó en desnudo arrepentimiento. El fruto de un ministerio no se mide por la celebridad sino por la resiliencia en la adversidad. No hay ministerio real sin la presencia de un cíclico ir y venir de crudo sufrimiento.


No me refiero a sufrir por las consecuencias de los errores personales aunque estén incluidos, siendo que Dios usará todo para bien. Es al sufrimiento injusto que va dirigida esta nota.


Los ministros no somos parte de una farándula. Nuestra misión trasciende las lujosas plataformas, los artísticos afiches y las poses de modelos de telenovelas.


De mi parte, he convertido mi cuarentena en una sala de emergencia para el alma, un bisturí quirúrgico para el corazón y un juicio sin tregua a mi conciencia.


El otro lado de la pandemia necesitará otro tipo de líder y otra forma de hacer reino. Eso ocurrirá desde la zona de la pureza del corazón y las horas dedicadas a ministrarle a Dios en su sola presencia.


La iglesia casual entró en peligro de extinción. El Espíritu Santo se subió las mangas para meter sus manos en su iglesia para devolverla a la pureza y el poder original.


Pureza sin poder es infructuosa, estéril e intrascendente. Poder sin pureza es un crimen contra el Espíritu Santo por la perversión que supone un evangelio comprometido con el mundo y la carne.


Escondiéndome del virus que ronda las calles terminé descubriendo el virus que se escondía en mi corazón. Necesité el de afuera para confrontar al de adentro. Y me imagino que no soy el único.


Descubrí que las zorras pequeñas no son tan pequeñas y que los pecados del corazón se disfrazan de piedad para esconderse no de la gente...sino de quien los carga.


El sufrimiento es la marca esencial del ministerio. Lo demás...es lo demás.


Rubén Arroyo...¡Sea el mensaje de Jesús bendito!

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