“NO CEDAS SEÑOR...Y CEDERÉ YO” En muchas ocasiones, anhelamos que Dios cambie nuestras circunstancias. Sin embargo, son las mismas circunstancias que Dios está usando para cambiarme a mi. Usted no imagina cuántas experiencias a las que usted se enfrenta, son la respuesta a las veces que rogó a Dios que lo transformara. Así que, su oración no siempre cambiará sus circunstancias pero siempre lo cambiará a usted. Y CAMBIÁNDOME A MI...CAMBIAN MIS CIRCUNSTANCIAS. Rubén Arroyo...”Y cederé yo”